La undécima marcha indígena que partió de la ciudad de Trinidad el pasado 25 de agosto arribó a la capital cruceña al ritmo de la tamborita, entre aplausos y emotivas expresiones de aliento.
Fueron más de 500 kilómetros que recorrieron sin contratiempos, exigiendo respeto a sus territorios que han sido avasallados y otras demandas que giran en torno a sus derechos y costumbres.